En el caso de la fiebre botonosa mediterránea, el aumento de temperaturas podría disminuir las poblaciones de su especie transmisora en nuestro país, Ixodes ricinus, mientras aumentan en latitudes más al Norte.
La Fiebre Botonosa Mediterránea es una enfermedad incluida en el grupo de las rickettsiosis humanas causada en nuestro país por Rickettsia conorii (una de las 25 especies de Ricketssia) y transmitida por una garrapata infectada.
Se encuentra ampliamente distribuida por el sur de Europa, África y Oriente Medio. En España, se ha detectado la presencia de dos garrapatas competentes para la transmisión de la enfermedad y son Rhipicephalus sanguineus e Ixodes ricinus.
Los países de la cuenca del Mediterráneo, como España, Portugal e Italia, han informado de un aumento en la incidencia de la enfermedad en los últimos años que se ha correlacionado con las altas temperaturas y bajo nivel de precipitaciones. En España los casos han aumentado en Comunidades como Andalucía, Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Es probable que como consecuencia del cambio climático previsto se modifique la distribución geográfica de las garrapatas. Para el caso de R. sanguineus se prevé su localización preferente en zonas más frías de la cornisa cantábrica. I. ricinus es sensible a las condiciones climáticas y su habitat se ve favorecido por una humedad relativa en torno al 80% y en áreas con lluvias entre moderadas e intensas con vegetación abundante.
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